Relajándome [Reservado]

-La culpa no es solo tu ya,- gire mi rostro de tal forma que con mi nariz tocara su cabello, inhale profundo y disfrute de su embriagador olor,- los improvistos siempre suceden y no debemos dejar que el hecho de no controlarlos nos consuma.

De nuevo me disculpo por la tardanza de mis respuestas. Espero mañana sigamos. Buenas noches.

- Lo sé pero... - puse mi mano en la suya entrelazando nuestros dedos mientras con la otra acariciaba su rostro quitándole el cabello de la frente. - Esto no debería haber pasado, debería haberte protegido. -
Al sentir su rostro tan cerca no pude contenerme y lo atrajé lentamente hacia mi rostro para besarlo dulcemente. Sentía su corazón retumbando contra mi pecho, era un sonido relajante, hermoso, como una canción...
Entrelacé mis labios suavemente con los suyos mientras le acariciaba el cabello.


OFF: No hay problema

-Si lo hiciste. De no ser por ti en este momento estaría muerto o quizás algo peor.- dije apartándome apenas unos milímetros de su rostro. Me sentía completamente extasiado con su presencia, me costaba trabajo incluso apartarme de ella tan poco.- además no me siento muy cómodo siendo la dama en apuros.- sonreí y volví a besarla al tiempo que mi mano recorría su cintura.

Sentía su mano fría como la muerte recorrer parte de mi rostro, mi cabello y mi cuello, pero esa sensación no me molestaba en lo más mínimo, al contrario, sentía lo helado de sus manos más intenso que cualquier otro contacto que hubiera tenido entes. Nuestros labios danzaban el uno con el otro en perfecta sincronía al ritmo de un apasionado beso.

Su fuerza abrasadora dejo de causarme dolor o asfixia, esta vez sentía su fuerza como la mía, sentía el latido de mi corazón acelerado y retumbando contra su cuerpo, mi respiración agitada pero bajo su control.
Comencé a recorrer su cuerpo con mis manos, tenía la incontrolable necesidad de sentir su piel en contacto con la mía, la acerque cada vez más a mí.

Sentía sus manos sobre mi, mi respiración iba cada vez mas en aumento al igual que mi ritmo cardiaco. Pero disfrutaba cada instante. Luna hacia que cada terminación nerviosa de mi cuerpo se alterara, mi mente olvido todo lo que pasaba a nuestro alrededor y se concentro plenamente en ella, en sus labios, en su piel bajo mi mano, en mi calor transfiriéndose a ella.

Deslice mi mano bajo su blusa sentí la piel desnuda de su cadera bajo mi mano, la acaricie lentamente, quería que esta sensación perdurara en mi mete por lo que tome mi tiempo para recorrer cada centímetro de ella mientras subía poco a poco, hasta llegar a su espalda y seguir disfrutando de su cuerpo.

Era extraño no sentir pulso en ella, ni calor humano, incluso su respiración era diferente. Pero nada de eso importaba, el ritmo de mi corazón era suficiente para ambos, su aliento me embriagaba y el frio rose de su piel producía suficiente calor en mi para envolvernos a ambos.
Cada vez que respiraba inhalaba profundo para no perder detalle de su aroma. Mis manos no dejaban de recorrer su cuerpo, después de un momento se detuvieron en el primer botón de se blusa, comencé a desabrocharlos uno por uno lentamente mientras besaba sus labios. Quite suavemente su blusa deslizándola por sus brazos, y de nuevo volví a acariciar su cuerpo.

Me recosté sobre su cuerpo y comencé a besar su cuello, debes en cuando dejaba que mis dientes rosaran su piel y ejercía un poco de presión sobre ella.

Sentí como su esencia se unía a la mía. Entre caricias, besos y juegos, descubrí una parte de mi alma que no conocía. La imagen de su cuerpo se quedo grabada en mi mente como una hermosa fotografía, su olor (aunque casi imperceptible) nunca perderá su embriagadora intensidad, la hipnosis que sus ojos causaron en mi permanecerán grabada en mi mente, con tan solo recordar el sabor de sus labios podía se que podre satisfacer mi hambre y sed por días.

Los rayos del amanecer se colaron por las ventanas de la cabaña, solo abrí los ojos pero no desperté, pues no dormí nada esa noche. Mire los ojos de luna y me percate de la necesidad que tenia de estar con ella de no apartarme jamás de su lado.

Sonreí al ver sus ojos mirándome, me acerque a ella y la bese en la frente.- ¿descansaste?.-

A pesar que no había dormido no sentía el más minino estrago de cansancio, mi mente y cuerpo estaban tan relajados como nunca lo habían estado-
Me llevo no más de un segundo pensar mi siguiente frase, pero en mi mente sentía que pasaba más de una hora hasta poder identificar y encontrar las palabras que expresaran lo que sentía en ese momento -gracias por estar aquí. Te amo. -