Relajándome [Reservado]

OFF: ENVIDIOOOOSOOO LERO LERO

ON:
Me apartó la cara de un golpe y sentí gusto a sangre en mi boca. Mis brazos seguían sangrando. ¿Por qué no podía sanarme?
Observé con un gesto de dolor en mi rostro como dejaba a Santiago inconsciente y lo arrastraba con él fuera del auto.
- No. - me sujeté la boca dolorida y me bajé del auto. - Por favor. -
- Harás lo que yo quiera. - me dijo.
Asentí con la cabeza asustada.
- Cualquier cosa. - me dijo, tomando a Santiago entre sus manos.
Sabía que cualquier palabra o movimiento que hiciera demás le costaría la vida a Santiago... lo sabía.
- Lo que sea, por favor. Déjalo ir. - le supliqué. - Por favor. - repetí con la voz quebrada.

rol off: no te preocupes , hable con rocheta y no te convertire, en un momento mas, doy retirada

Permaneci un momento pensativo y tuve mil propuestas en mi mente, pero desgraciadamente Adeline ya se acerca y ella me cegaria en cualquier momento, y como supe, ya se encontraba a unos pasos de mi con la vista llena de furia, a si que solo solte al piso y guarde silencio.

Estaba mas que enojada, desesperada por el comportamiento de Victor.
Siempre era un terco y malavido vampiro, y como su poder, solo codiziaba los poderes, a si que me apresure a su encuentro con la vampira y Santiago.
Pronto llegue y escuche un poco de la platica pero me rei ante semejante muestra de humillación de la vampira por Santiago y como este, parecia haber soportado bastante...

Victor me vio desde lejos y no tuve otra opción que aparecer.
Camine lentamente y el solto el cuerpo al piso, provocando un sonido horrible y doloroso para mi, porque mi amigo estaba mas que agotado de tanto sufrimiento.
- Ya tuviste suficiente - le confese molesta y el retrocedio un paso.
- Ni te atrevas... - dijo temeroso
- Siempre tan egoista e idiota - le recorde - Largate de aqui - le dije ahora rugiendo
- Ojala ese humano fuera tu hija... para que sintieras su dolor mas que el mismo- le confese
y el me miro adolorido

Victor amenazo a la vampira y a Santiago con todo el dolor posible
pero aunque nadie lo notara, sabia que le habian dolido mis palabras...
Ahora lo unico que podia hacer era alejarlo y me alegre de haberlo logrado...
pero me senti estupida, de solo haber hecho eso, a si que cuando Victor
se alejo con los demas que aun me esperaban a los lejos,
solo pude ver a Santiago y a ella:
- Lo siento - susurre viendo a santiago y por ultimo, termine viendo a la vampira
con una mirada de resentimiento.Gire el cuerpo y un viento helado paso enfrente de mi,
haciendo que golpeara mi cabello, pero no voltee, me doleria seguir viendo la escena a si que hui, pero habia algo que Victor no sabia...
El veneno nose habia propagado porque ella habia subccionado el veneno,
y el poco que quedaba, solo lo haria aun mas fuerte...
Pronto nos volveriamos a ver, aunque en mejores condiciones...

Desperté en medio de una gran agitación, solo pude ver el rostro de luna y apenas percibí unos cuantos gritos y reclamaciones, pero enseguida volví a caer inconsciente. Volví a despertar, esta vez luna estaba corriendo, lo supe por la su rostro y respiración agitada, no pude darme cuenta a qué velocidad íbamos pero por la rapidez en que pasaban los arboles junto a mi supe que era a una gran velocidad. Intente hablarle y darle las gracias por salvar mi vida pero caí desvanecido por el esfuerzo de hablar.
En medio del bosque había una pequeña caballa de aspecto antiguo y descuidado, la madera estaba podrida y hongos crecían por cada rincón de la casa. Tenía una aroma pestilente a viejo y húmedo combinado con polvo y moho. Luna me llevo directo a esa casa, al parecer había seguido alguna clase de rastro, pues el GPS que nos guiaba a mi casa se quedo destruido en el auto a mitad de la carretera. Desperté con más fuerza y energía que antes pero no las suficientes para hablar, vi que luna se encontraba de rodillas en el suelo sollozando por la aflicción. Me rompió el corazón en cuanto la vi hay desconsolada y angustiada.
-Por favor, tranquila no es tu culpa- dije en mi mente sin poder articular palabras- solo ayúdame- visualice una pantalla que estaba cubierta de polvo y mugre e indique que necesitaba que me llevara hay.- Dentro esta mi laboratorio-
Mis oréganos estaban irremediablemente dañados y a cada segundo que pasaba se dañaban aun más, pero aun podía salvarlos, necesitaba urgentemente limpiar mi sangre.

« ¿Qué me relaje? »¿De qué estaba ablando? ¡Un vampiro me acaba de morder! Puedo sentir su veneno recorrer mi cuerpo, cada segundo que pasa mis órganos se deterioran mas, estoy muriendo. Un sentimiento de impotencia miedo y desesperanza inundo mi cuerpo, no le temo a la muerte, sé que es parte de la vida, y la aceptaría con gusto, ¡¿pero convertirme en vampiro?! Era algo total diferente. He dedicado mi vida a cazarlos y matarlos, no podía contemplarme a mi mismo convertido en uno.
« ¿No me convertiré en vampiro? » ¿Cómo podía ser? Lo había visto miles de veces, una mordida no mortal de un vampiro te convertiría en uno de ellos ¿que podría ser diferente esta ves?

Estaba vuelto loco, la adrenalina volvía a recorrer mi cuerpo, pero entonces sentí su cabeza sobre mi pecho, aun estaba confundido pero comencé a relajarme, «quizás ella sepa algo que yo». El contacto de su cuerpo con el mío normalmente me causaba agitación, pero esta vez me tranquilizo, cerré los ojos y deje de pensar, relaje mi cuerpo y me deje vencer por el sueño.

Estaba de pie en medio del bosque, descalzo, sin abrigo, sin camisa, sin armas para defenderme, estaba desuno e indefenso, pero no tenía miedo, me sentía fuerte y salvaje.
Miraba fijamente un punto en la neblina que me envolvía. Frente a mi, esperaba que alguien apareciera, lo esperaba con ansias pues el odio me controlaba. De entre la penumbra apareció mi hermana victoria, con su espada desenfundada y lista a tacar, en su rostro se veía una determinación inamovible. Permaneció un momento parada frente a mi como si buscara el mejor punto para atacar, entonces comenzó a correr hacia mi blandiendo su espada buscando mi corazón. La esquive con facilidad, tome su cuello y lo rompí sin dificultad.
Deje su cadáver tirado en el suelo sin ningún remordimiento y volví a mirar el mismo punto en donde había aparecido, esta vez estaban mis padres sujetando rifles y armas de corto y largo alcance, apuntando mi rostro y mi corazón. No les di tiempo de disparar, me abalanse sobre ellos y rompí su cuello con la misma facilidad que lo hice con mi hermana.
Los cadáveres estaban regados por el suelo, yo estaba de pie observándolos con rostro de satisfacción, cuando sentí dos impactos en el pecho justo en mi corazón, mire como mi sangre brotaba de mi pecho, recorría mi abdomen y terminaba regando se en el suelo.
Sonreí ampliamente y dos colmillos largos y filosos sobresalían de mi boca,- por fin podre acabarte- dije con una voz gruesa, profunda, y cargada de odio, que retumbo en todos los arboles de alrededor- levante mi vista y mis ojos que eran de un azul brillante y profundo se tornaron rojos. Enfrente estaba yo, de pie con toda mi ropa puesta, y mi 9 mm en la mano derecha, aun con humo saliendo del cañón. Su mirada era profunda e inexpresiva, arrojo la pistola y desenfundo un par de espadas cortas al mismo tiempo que corría hacia el vampiro que estaba frente a el.
-detente- escuche la voz de luna. El Santiago con las espadas giro su rostro buscando de donde provenía la voz, en ese instante el vampiro Santiago lo tomo por el cuello y hundió sus colmillos en el.

Desperté agitado y sudando luna parecía asustada, pero comprendió en seguida que solo fue un sueño.

Estaba aturdido y asustado, muy pocas cosas me causaban temor incluso llegue a jactarme que nada me asustaba, pero la idea de convertirme en aquello que tanto me había hecho sufrir, me hacía sentir como un niño indefenso. Sentía una fuerte presión en mis brazos que no permitía moverme, en cuanto gire la vista para ver de dónde provenía vi el rostro de luna, asustada y agotada, enseguida me abrazo, yo seguía asustado y confundido «¿Cómo era posible que yo la agotara tanto?» .
-¡no!, está sucediendo- me levante con un sobresalto de la cama y camine por la habitación desorientado y mareado. Miraba mis manos como si en un segundo se convirtieran en garras que atacarían a quien fuese. Me abalance sobre la pared buscando una tabla floja, en cuanto la encontré la arranque sin mayor problemas, bajo de ella había un escáner, puse la mano sobre el y enseguida la pared se abrió sin el menor ruido, dejando aldescubierto un túnel obscuro y profundo.
Luna estaba parada junto a mi observando con la boca abierta el túnel, la mire por un segundo y entre corriendo a él. 500metros era la distancia que tenía que recorre para llegar al laboratorio. Pero cuando llegue al final del túnel sentía que solo había recorrido 50 metros, el dato me desconcertó pero no le preste importancia.
Entre al laboratorio con demasiada prisa, mis movimientos era torpes y sin sentido, tiraba todo lo que estaba al alcance de mis manos y rompía tubos de ensayo uno tras otro. Podía escuchar la voz de luna en la puerta diciendo me que me tranquilizara, pero estaba demasiado absorto en mi busqueda que no le preste demasiada atención. Después de un momento de búsqueda encontré una jeringa, la introduje en mi piel y extraje una muestra de sangre. Puse la muestra en el microscopio y comencé a ver atreves de él.

-Mire el atreves del microscopio y dije con una vos de sorpresa- no puedo creerlo, las células no mueren, el veneno simplemente se mimetiza, no ataca, solo…. Esta hay.- levante mi vista y vi el rostro de impaciencia de luna. Me levante y camine hacia ella, estaba sentaba sentada así que me arrodille, levante su rostro.- lo ciento- dije mientras la besaba suavemente en los labios.- debí escucharte antes.-

Quise explicarle que el miedo me bloqueo, que por un segundo no controle mi cuerpo, pero comprendí que eran pretextos sin sentido, cometí un error y lo afrontaría.

Tome su rostro entre mis manos y la mire fijamente a los ojos, suplicandole con la mirada su perdon.

Su última frase llego con tal intensidad a mi mente que enseguida resonó en cada parte de mi cuerpo, una sensación de nerviosismo y felicidad recorrió todo mi ser.
La mire a los ojos y con voz suave y cargada de sentimiento le dije- yo también te amo.-
Acaricie su brazo y lo sentí empapado, me aleje un poco para ver bien y vi como escurría sangre de el. De nuevo el sentimiento de miedo e inseguridad recorrió mi cuerpo, pero esta vez me controle, de un cajón saque gasas, alcohol y algodón. Retire su manga y comencé a limpiar la herida lo más cuidadoso posible, cuando quedo totalmente limpia lo envolví con las vendas.
Quise decirle cuanto lamentaba todo esto, que abría dado cualquier cosa por evitar que la lastimaran, pero las palabras terminaron sobrando. Tan solo deje que el calor de mi cuerpo se transmitiera por su fría piel, que en ese momento parecía tan cálida y reconfortante como ninguna.

-claro que no- le devolví el abrazo.
Vi el miedo en sus ojos, esta vez era yo quien debía ser fuerte, «vasta de autocompasión» pensé.
-Ya sanaran- dije con toda la confianza que era capaz de transmitir.- si no sanan yo cuidare que nada les pase- dije en tono burlón.
-deves descansar… vamos- nos levantamos y caminamos lentamente por el pasillo abrazados, confortándonos y dándonos fuerza el uno al otro.

-Nos cuidaremos el uno al otro- le dije. Llegamos a una habitación casi desierta, en ella solo había una cama y un librero lleno de libros antiguos.
- mi habitación- le dije con una sonrisa. Caminamos hasta la cama y nos recostamos en ella en perfecta sincronía. Su cabeza seguía descansando en mi brazo, lo que hacía que deseara que este momento nunca terminara.