Una Huesped de Lujo / Reservado

Sonreí maravillada ante la belleza de la fachada del castillo Renieri. Realmente era un espectaculo visual digno de admirar. Tomé el brazo de Renzo sin apartar la vista de aquel monumental lugar y empezamos a dirigirnos hacia la puerta principal.
-Debo admitir que tienes un gusto excepcional para todo, querido Renzo... Sonreí mientras lo observaba de reojo.
Continuamos caminando y me detuve frente a él apenas llegamos a las puertas. Una vez más no pude resistir acariciar su rostro y le susurré -También admito que estoy impresionada... Hice una pausa mirandolo fijamente - Y no solo por tu palacio o por tu maravilloso corcel.
Esperaba que él lograra entender mi indirecta. De forma juguetona, sonreí y caminé velozmente para admirar el interior de su creación.
En el pasado, este castillo fue considerado una obra maestra de los Renieri, y ahora había superado cualquier espectativa. Aunque por razones desconocidas, ya no se realizaban aquellos gloriosos bailes o festines que tanto adoraba Renzo.

Sonreí ante sus palabras pero sentí algo extraño que disimulé con gran esfuerzo. Era un escalofrío muy fuerte que ascendía por mi espina dorsal. Enfoqué mi mirada hacia aquellos detalles del recibidor y me concentré en una de las columnas.
-Espero no le disguste mi visita a Vania... Desde luego que no le iba a agradar este reencuentro. Despues de todo, no le complacía tener que compartir una porción de la atención de Renzo. Bajé la mirada y caminé de forma casual hacia él.
-Te esperaré aquí mientras vas a buscarla. Sonreí discretamente e iba a darle un beso en la mejilla, pero me detuve a solo pulgadas de su piel y le susurré -Por favor no tardes, sabes que detesto la soledad querido Renzo... En ese momento, le impregné un beso delicado sobre su piel que deleito mis sentidos y posteriormente, me alejé nuevamente y continué mi analisis detallado de los cambios en su hogar.

Escuhé una serie de sonidos que solo podrían ser el resultado de la ira de Renzo y me limité a esperar. Tomé asiento sobre el magnífico sofá cuando minutos despues Renzo apareció con un evidente enojo desbocado.

Lo observé atenta ya que en ese estado no me causaba temor, sino por el contrario, otro sentimiento que aun podía reconocer a lo largo de los años. Comprensión. Se sentó a mi lado y llevó su mano a la boca como si contuviera sus palabras. Tomé esa mano entre las mías y busqué su mirada con curiosidad.

-Que ha sucedido, querido? Mantuve mi voz suave y serena para que él pudiera manifestar la situación. Y solo esperé espectante de su revelación.

Entrelacé mis dedos y seguí con la mirada la retirada del sirviente que reflejaba una palidez funesta ante las palabras voraces de su amo. Luego giré la vista de forma severa a Renzo mientras se movía alrededor de la estancia con una actitud famélica.

-Pienso que tu ira debe ser proyectada al objetivo correcto... Le dije muy seria y luego continué -Ahora que haras Renzo? Iras detras de Vania... Otra vez?

Bajé la mirada y suspiré tratando de evadir la corriente de mis propios pensamientos e incluso de mis sentimientos. Me levanté de forma rapida de mi asiento y caminé hacia el ventanal, cerré los ojos y forcé a mis sentidos a concentrarse en cada sonido que emitían los movimientos de Renzo, era como si en él aflorara un animal salvaje.

-Temo que ya sabías que ésto sucedería algún dia, no es asi? Susurré.

Escuche las palabras de Bella sin dejar de bufar de ira. Si, ciertamente ella tenia razon, y eso iba a hacer, proyectar mi ira hacia la persona que la habia provocado, Vania.
- No querida, no ire tras de ella, es hora de darle una leccion, ella sera quien venga a mi y cuando lo haga no se encontrara con el mismo Renzo de siempre.. - Mi voz parecia tal vez un poco mas relajada pero en absoluto lo estaba. No deseaba nada mas que ver entrar a Vania por esa maldita puerta y dejar claras las cosas de una maldita vez.

Se prolongo el silencio durante un instante, el cual aproveche para tratar de relajarme lo suficiente. Bella no tenia culpa alguna y no tenia por que hacerle pasar un mal rato, despues de todo era mi huesped.
- Lamento mucho que hayas presenciado algo como esto, a pesar de que me conoces, hubiera preferido no hacerlo - Dije acercandome a ella en el ventanal.

Off: Lamento la tardanza, he andado algo ocupado.

Ese silencio abrió una brecha incomoda entre nosotros. Prefería que drenara su furia, aunque de igual modo, Renzo resultaba ser una bomba de tiempo que estallaría apenas Vania apareciera ante él.

Posteriormente, sentí su cercanía y me giré tomando su rostro entre mis manos y dedicandole una mirada tierna.

-Descuida Renzo... No he venido a juzgar tus acciones o actitudes. Me acerqué lentamente a su rostro, hasta que mis labios estuvieron a centimetros de los suyos, pero desvié la trayectoria para darle un beso en la mejilla.

-Ahora que haras, querido mío. A que te referías con lo de darle una leccion a Vania? Le dije con un toque de cuiriosidad y ansia morbida de sus planes para ella.

Sostuve su mirada y sonreí con satisfacción mientras mis manos acariciaban su pecho. Nuevamente estaba embriagada por él. Aunque en el fondo tratara algo, teniamos un cierto grado de complicidad que nos mantenía mas unidos que antes.
-Sabes que tengo cierta debilidad por los misterios... Le susurré mientras le di un diminuto beso en su labio inferior, saboreandolo levemente -Y tratandose de ti, resultan aun mas fascinantes. Comence a besar el borde de su quijada hasta bajar a su cuello.

La pasión en nuestro suave beso se volvía más intensa, haciendo que mi respiración se agitara un poco y se desencadenara una reacción adictiva enfocada hacia él. Pero Renzo, ya estaba al tanto de ello y de mucho mas.
Por un breve instante, sentía como la efusión invadía mis labios, deseándolo tal y como sucedió en el pasado, aunque después de tantos siglos, no estaba dispuesta a renunciar a esta clase de placer como sucedió en el pasado.
Le dirigí una sonrisa provocadora ante su comentario, a lo que respondí de forma sugerente.
-Admito que desde hace mucho tiempo, estaba ansiosa de deleitarme con el sabor de tus labios. Hice una pausa mientras lo observaba de forma analítica –Lo cual, he notado que es reciproco, o me equivoco?

- Y por que habias esperado tanto Mademoiselle? - Le sonrei aun extaciado por el beso tan apasionado. - Creo que soy pesimo actor, asi que no creo haber disimulado lo suficientemente bien. - Rei mientras le acariciaba el menton. - Supongo que es bueno saberlo, ya que no tengo la capacidad de leer mentes aun.

Off: Cerramos este ya no? XD

Sonreí con picardía al momento que nuestros besos continuaban. Pero aun deseaba más, y no dudaría en conseguirlo. Sea cual sea el costo.