drink dopo mezzanotte [reservado]

Renzo habia salido como de costumbre pero estaba decidida a no demostrarle debilidad asi que en vez de quedarme como leona enjaulada en la habitacion de hotel decidi ir a dar una vuelta, despues de todo si mi hermano podia salir a divertirse yo tambien podia hacerlo.

Recorri las calles en busca de algun entretenimiento pero por alguna razon ninguno de los vampiros que se cruzaban en mi vampiro se apetecian, ademas era bastante bien conocida por lo que no faltaban los lamebotas que me ofrecieran su compañia para quedar bien. Bah! pateticos. Al fin di con un lugar que se notaba de bastante buen ambiente asi que entre y me dirigi inmediatamente a la barra a pesar de no tomar nada, era claramente un lugar detinado solo para el entretenimiento vampirezco, cualquier humano aqui no seria mas que un aperitivo.

Acababa de llegar a USA, y me apetecía algo de diversión. Me irritaba saber que cada vez quedaban menos humanos y ¿Por qué? Porque a los 'inteligentes' vampiros se les había ocurrido "dominar el mundo"...y cuando se acabasen los humanos que? Yo no pretendía beber sangre animal Iagg! ...
Me interné en un recinto que tenía buea apariencia, y como todo en la actualidad estaba lleno de vampiros, ni un solo humano del cual alimentarse. Divisé a una vampiresa que por alguna razón varios miraban como si se tratase de una diosa o algo por el estilo...yo jamás en mi exitencia la había visto.

Argh!!! como me gustaria que Renzo estuviera aqui en ocasiones como estas, es decir, tenia que admitir que era de mi total agrado ser admirado como lo que era...su reina, pero hoy simplemente mis instintos mas crueles salian a flor de piel y me apetecia mas el tener alguna diversion que el llevarme a cualquiera de esos estupidos vampiros al hotel conmigo. Uno de esos absurdos vampiros se me acerco de forma sugestiva por la espalda, por supuesto que lo conocia, aunque no recordaba su nombre precisamente, su escencia era inconfundible, habia sido mi.."acompañante" en alguna ocasio.

-No, largate - dije entre dientes cuando me invito a bailar
-Pero Vania, recuerda que la ultima vez la pasamos muy bien
-He dicho que no, y si sabes lo que te conviene desapareceras de aqui en menos de tres segundos
-Vaya! pero si estamos de mal humor! si me dejaras, tal vez yo podria hacer que te sintieras mejor... - susurro aquel imbecil en mi oido

Esta noche en especial no tenia tanta paciencia asi que simplemente inhale su escencia haciendola mia, y poco a poco pense en el, en ese asqueroso efluvio, de pronto comence a apretar mis puños cada vez mas fuerte mientras escuchaba al vampiro gritar por el dolor que la ruptura de costillas le provocaba

-Va..Vania por favor
-Te dije que te marcharas, ahora te sacaran a pedazos - dije sin voltear a verlo con una sonrisa en mi cara disfrutando cada uno de sus gritos los cuales eran musica para mis oidos, cada gemido de dolor, cada quejido solo me hacia extasiarme mas motivandole provocarle mas dolor y por supuesto nadie se atrevia a intervenir, hasta que de repente el vampiro dejo de quejarse, ya no respiraba, pff inutil, ni siquiera la tortura la habia resistido

Estaba a bastante distancia de la vampiresa pero podía oir sus pensamientos facilmente, como si fueran míos, al igual que los de los vampiros que estaban a su alrededor y habían "dicho" Reina? Reina de que? Al parecer me perdía de algo, y ese algo era bastante importante.
Era reina...de que? no lo sabía pero todos los vampiros la miraban, algunos con deseo otros con simple admiración? Vaya, pero ella no les daba importancia, su actitud era de total arrogancia, lo que me agradó.
Segundos más tarde vino el espectáculo, luego de que ella se negase varias veces a un insistente y patético vampiro, comenzó a inflingirle dolor, pero ni siquiera debió mirarlo, de hecho le daba la espalda, sin duda la mujer era poderosa. - Wow...interesante- fue lo único que dije discretamente.

-Creo que quedo claro que no quiero interrupciones verdad? - pregunte a los vampiros que aun estaban a mi lado los cuales comenzaron a alejarse discretamente, de pronto escuche a alguien a lo lejos susurrar que mi don era interesante, lo mejor es que era una mujer como yo, y no habia venido de aduladora al instante como muchas otras, sino que mantenia su distancia

Gire lentamente en el asiento y comence a recorrer cautelosamente el lugar, todos me devolvian una sonrisa hipocrita hasta que llegue a una joven que no me daba la menor importancia, era bella pero eso era natural, no se si habre sido muy obvia pero ella volteo a verme al instante. Me pare lentamente y camine hasta ella


-Vania Renieri - dije con una sonrisa torcida cuando llegue hasta ella extendiendole mi mano - aunque claro, eso seguramente ya lo sabes - dije con aire de suficiencia echandome el cabello para atras

-Vania Renieri - dijo la vampiresa acercandose a mi luego de que su show hubo acabado. - aunque claro, eso seguramente ya lo sabes - dijo altaneramente.

Vaya, no tenía problema alguno de autoestima. Busqué en mi mente algun recuerdo, o algo que se me hiciese familiar en su nombre, pero...NADA. Su apellido era extranjero, italiano, como el de Giorgio...pero nada, jamás había oido siquiera de tal mujer. - Debería saberlo? - pregunté enarcando una ceja, y hablandole como lo haría con cualquier otro vampiro, ella no era nadie especial...almenos para mi.

-Acaso eres nueva muchachita? - pregunte riendo ampliamente mire a los que estaban a mi alrededor y al captar mi indirecta ellos comenzaron a reir tambien, gire mis ojos, ¡lentos!l, me sente en su mesa sin si quiera preocuparme si le molestaba o no - arghh olvidalos, bueno no te conviene olvidar mi nombre y sobre todo no te conviene hacerme enojar, como ya dije, soy Vania..Vania Renieri, mi hermano Renzo y yo somos los amos y señores de este mundo, somos los vampiros mas antiguos y como te habras dado cuenta, eso no pasa despercibido, tal vez sea bueno que no me conozcas, estoy harta de esos petulantes lamebotas

Termine haciendo un ademan algo exagerado con mi mano para señalarlos

y tu?..nombre? - pregunte seria

- Lo siento, pero nunca he sido partidaria de tales títulos de nobleza, de hecho recuerdo que se acabaron hace cientos de años no? - dije con algo de ironía. - Por mi no te preocupes, no me intrometeré en tus asuntos...pero ya te dije las monarquías y señoríos no van conmigo.- No tenía la más mínima idea de quienes podían ser ella y el tal Renzo, pero no me importaba, que fuesen reyes, señores o lo que sea de los patéticos vampiros que se dejaban dominar...no míos.

- Soy Lucianna...Lucianna Schiaffino - dije con indiferencia.

-Un gusto Luciana - dije mirandola de arriba a abajo - sabes? por lo general no permitiria que me trataran asi, pero me gusta encontrar gente con caracter fuerte con el mio, asi que lo dejare pasar por esta vez. En cuanto a los titulos...hasta en los perros hay razas querida, no creo que quisieras juntarte con los vampiros equivocados, ¿cierto?

Noté su mirada en mi, como evaluandome detalladamente. Tratarla asi? Yo no la trabata de ninguna manera diferente a como lo haría con cualquier otro vampiro que se cruzase en mi camino, si ella estaba acostumbarada a mayores privilegios, me alegraba por ella, pero de mi no los tendría. Aunque no podía negar que me agradaba.
- No me opongo a tus títulos, sólo que yo abandoné esas costumbres hace bastante. - señalé seriamente. - Tengo mis métodos para saber quien me conviene y quien no... y por lo demás no me es dificil "manejar" la adversidad - dije sonriendo con suficiencia

-Eso es bastante adecuado - sonrei con ella - aun asi, nunca esta demas que me recuerdes, te puedo abrir muchas puertas, solo tengo dos condiciones - dije sin rodeos - la primera: no te metas conmigo, aunque eso ya lo has dejado claro...la segunda: si algun dia conoces a mi hermano, no te involucres con el...en ningun aspecto - dije mirandola a los ojos fijamente - entendido?

La escuché atentamente, analizando cada uno de sus pensamientos. Su primera condición era fácil de cumplir mientras ella no se interpusiera en mi camino y la segunta era...uhmm... interesante. Al parecer los hermanitos Renieri - de los que yo nada sabía, hasta ahora, y que por lo visto era "los amos y señores"- no eran tan ejemplares como parecían, porque claramente las palabras de Vania no había solo una preocupación fraternal, había algo más que yo había podido descifrar, vaya!.
Sonreí, era divertido y porqué no llamarlo interesante. - Hermana sobreprotectora? - pregunté ignorando su pregunta y haciendome la desentendida con lo que acababa de descubrir, Vania me había sorprendido.

-Es mio...en todos y cada uno de los aspectos imaginables - dije arqueando una ceja y sonriendo - asi que imaginate lo que gustes, no sere mustia ni hipocrita contigo, aunque no niego que lo soy cuando me conviene, pero no creo que quieras averiguar lo que pasa con quienes quieren pasar mas de una noche con mi hermano, te aseguro que lo que presenciaste con aquel imbecil hace un rato aqui, se queda corto, y como conozco a Renzo y estoy casi segura que si lo conocieses en algun momento te propondria algo, te lo advierto - dije poniendome un poco mas seria - si no quieres pasara a ser una mas de esas zorras que se meten a su cama, mejor que le pongas limites desde el principio...sino te los pondre yo a ti

Wow! Estaba en lo correcto, no podía negar que el caracter de Vania me agradaba. - Quedate totalmente tranquila...no me encontrarás en la cama de tu hermano - le aseguré, no porque tuviera miedo de ella, su poder era peligroso e incluso podía ser terrorífico pero no me intimidaba del todo, simplemente no me interesaba ser una más en la al parecer larga lista de su hermano. - Además es bastante dificil convencer antes de que yo lo convensa de lo contrario...- añadí más tarde, hasta el momento nadie había podido escapar de mi poder persuasivo y de convencimiento y si este tipo era la excepción, yo no sucumbiría ante él...más bien ante nadie que yo quisiese.

-que quieres decir? - pregunte sonriente como siempre ante la posibilidad de un don que representara un reto o en este caso un buen aliado - me intrigan tus palabras, en cuanto a lo de mi hermano, me alegra que nos entendamos, porque agradas demasiado como para demostrarte nada, aunque tratandose de asuntos tan serios, no dudaria en hacerlo si me viera obligada y ademas, ya llené el cementario y no tendria donde meterte - dije a modo de broma

- Soy inteligente, y no pretendo morir en tus manos y menos por tu hermano...sin despreciarlo, claro - dije bastante convencida, no había vivido más de 2 siglos para venir a morir en USA y en manos de una vampiresa que se juraba diosa, por mucho que me agradara, no.
- Quieres saber que don poseo no es asi? - sabía la respuesta, pero no estaba demás preguntar. Mientras evaluaba la posibilidad de decirle o no.

-Cariño, que no es obvio? - pregunte sonriendo - sino quisiera saberlo simplemente preguntaria cosas banales pero me interesa saber de que eres capaz... quien sabe, tal vez alguna vez podriamos sernos utiles mutuamente, no crees?

Utiles mutuamente? O más bien "Quiero saber si me sirves, eres un estorbo o simplemente un peligro"
- Tengo posibilidad de negarme? - pregunté enarcando una ceja pero dulcemente, tal ves se lo diría...quien sabe, pero quería saber hasta donde era capaz de llegar con tal de saberlo.

-Serviria? - pregunte riendo - sabes que tarde o temprano lo averiguare, por lo general mas temprano que tarde por supuesto, tengo mis metodos, ademas no creo que sea conveniente que te hagas tanto del rogar, de cualquier modo, sabes..porque lo sabes, una alianza te favoreceria mas a ti que a mi, lo mio es curiosidad

En resumidas cuentas me había dicho de manera sutil que no tenía muchas opciones de resistirme. - Mmm... Soy mentalista, puedo saber todo lo que piensas como también convencerte de lo que sea, además del Phobos - repondí.

-Interesante...-dije con una sonrisa torcida recordando a Brandon- me gustaria saber que piensa mas de un vampiro...no me opondre a que leas mis pensamientos porque sinceramente, me importa poco lo que opines de mi o mis pensamientos, pero en cuanto a lo de convencerme...- dije ladeando un poco la cabeza y haciendo una mueca - no te recomiendo que te desgastes intentandolo, hago lo que me place y en mas de 600 años nadie ha podido obligarme a nada, humano...o no, ademas el miedo...bueno, creo que quedo claro que mi sola presencia da miedo no? - sonrei - tengo que reconocer que le agradezco a Renzo el que me haya dado tan buen linaje en la sangre

De mi que puedo decir?- haciendo un ademan demasiado exagerado - no creo que haya mucho que explicar o si?

- Lamento contradecirte, pero no me causas miedo, por lo menos a mi - señalé sonriendo. - No te procupes no te convenceré de nada que no quieras mientras no me molestes y lo dudo...una sola pregunta... de verdad tú y el tal Renzo son hermanos, es decir, alguna vez lo fueron? - pregunté curiosa, luego de lo que había descubierto me preguntaba si de verdad ellos habían sido hermanos en su vida humana o solamente era una pantalla para los demás, supuse que no me mentiría sería inutil porque de todos modos yo lo sabría.

Omiti comentarios respecto a lo primero, me aradaba su actitud, pero en cuanto escuche su pregunta, no pude hacer sino mas reir en voz alta, comence a recordar mi vida pasada, no ahonde en detalles

-Nacimos del mismo padre y de la misma madre, somos hermanos en toda la extension de la palabra...- sonrei - creo que lo que viste y acabas de escuchar resuelve tus dudas, cierto? anda pregunta lo que quieras sino, no tengo reservas, Renzo y yo siempre hemos sido como uno solo

- No te preocupes, lo demás lo puedo saber sin que lo verbalizes...y por lo que veo tu hermano sigue igual que cuando era humano - comenté sonriendo, al parecer lo que Vania siempre había odiado era lo mujeriego que había sido su hermano... ella y él uno solo, claro bastante posesiva.

-No te metas en terreno peligroso Lucianna - la mire seriamente - puede que Renzo tenga una asquerosa debilidad por las gatas callejeras, pero al fin de cuentas eso son no?, gatas, ni mas ni menos, y siempre...siempre regresa a mi, me pertenece tanto como yo a el, no...me nrcesita, suena mejor - sonrei al recordar sin intencion la ocasion en la que Renzo se habia puesto como loco cuando pense en abandonarlo, estaba fuera de si - ups, no fue mi intencion que presenciaras eso - dije honestasmente