¿Le temes a la muerte? (libre)

Mire directamente a los ojos de asesino y comencé a hablar. Savia que en cualquier momento me podría atacar pero esperaba distraerlo un poco antes de conseguir escapar, aun no tenia lo que había venido abuscar y no me iria sin eso.

- ¿Le temes a la muerte? Mi nombre es Santiago Biachentto, como cualquier humano en estos días he perdido a la mayoría de mis familiares amigos y personas cercanas, a manos o mejor dicho colmillos de los vampiros. Al igual que muchos he vivido con el temor de que quizás alguno me encuentre y sacie su sed con mi vida, los he mirado con resentimiento, muchas veces odio, y demasiadas veces con impotencia. Hoy veo con tristeza que muchos se han convencido a si mismos de que ese es su destino, muchos dejan de luchar, muchos se hunden en la amargura y la desesperación y dejan su vida en manos de el azar incluso he visto inmortales morir a causa de desesperación.

No le temo a la muerte porque he estado junto a ella toda mi vida. No le temo por qué si tuviera que afrontarla en persona no lamentaría mi vida pasada, simplemente miraría con aceptación la inexistencia.

¿Pero tú, Qué me dices? A pesar que tu cuerpo esta muerto tu alma sigue viva y a diferencia de tu carne, sigue envejeciendo. Quizás puedas ver cómo cambia el mundo durante milenios ¿pero como apreciaras cada evento si estas consiente que volverá a repetirse? Mira a la naturaleza las cosas se repiten ¿qué hay de divertido en ver lo mismo una y otra y otra vez? ¿Cómo disfrutaras de un único instante si en tu vida no existe tal cosa?

¿En verdad existe el amor eterno? Yo me entrego al amor con cada fibra de mi cuerpo por que se que quizás no dure lo suficiente. No soportaría la idea de que el amor se aburra.

Lo miro fijamente a los ojos y espero respuesta..., savia que no le aria daño, por lo menos no a hora.

- ¿Le temes a la inexistencia?

Off: que emocionante!!! puedo rolear? bueno no se... no voy acuerdo a tu relato

Mire con desprecio al vampiro que se encontraba retorciéndose en el suelo, le había disparado un dardo cargado de suficiente electricidad como para freír a un humano, pero apenas suficiente para aturdir a un vampiro.
A un metro de distancia yacía un tercer cuerpo sin vida con pequeñas heridas en el cuello. Era una mujer joven. La rabia y el odio me enloquecieron, tome mi espada y me dispuse a cortarle la cabeza de un solo tajo, pero en ese momento escuche el sonido de unos pasos. Tome mi arma y apunte en la dirección del sonido

-¿Quién eres tú?-

- Depende - susurre caminando a paso lento con la vista fija en aquel hombre de buena apareciencia fisica pero con los ojos llameando de furia y continue hablando.

- Para muchos...soy una especie peligrosa y erronea de la naturaleza...
Para otros... Soy una diosa de vida inmortal que solo se dedica a robar vidas a cambio de la suya...
Pero para ti... Soy la presa y tu pareces ser... El cazador - rei en la ultima palabra como si ´´eso´´, me preocupara.
- Pero para mi... - dije recargandome en una pared cercana con aspecto despreocupado-
-Todos estamos malditos en esta vida y quien se considere rey de la inmortalidad o un ser capaz de afrontar a un depredador tan vil y frio como un vampiro...
Solo es considerado valiente por intertarlo mas no inteligente... por no valorar su propia vida -

Por un momento me quede mirandolo fijamente pero luego clave mi mirada en el vampiro aturdido en el piso, la joven que tenía una marca de vampiro en su cuello y por ultimo...
La espada de cuchilla afilada y a la vez desgastada que me apuntaba con sin vacilar.
Por lo que vehia habia cortado muchas vidas con ella y el hombre seguia mostrandome
una mirada hostil y fria.

La mire con recelo sin dejar de apuntar con mi arma su cabeza.
-ya sé lo que eres, y al parecer tiene una noción de lo que soy, pero esa no fue mi pregunta.
Su comparación con una diosa me hiso recordar las historias sobre los antiguos dioses griegos, quienes engañaban, torturaban o mataban a los humanos y otras criaturas simplemente por diversión.
Estaba un poco encorvado así que me erguí lo más que pude, levante un poco el mentón. Mi rostro estaba inexpresivo como siempre y mi corazón aunque un poco agitado latía tranquila y constantemente.

-estoy en un pequeño dilema. La naturaleza no comete errores solo se adapta y mejora- guarde silencio un segundo- cualquiera puede ver que no eres un error, aun que indudablemente eres peligrosa.
Un dios es inmortal no solo por que el tiempo no es su enemigo, si no porque nada en la tierra puede dañarlo. Mira esta criatura- señale con mi espada al vampiro que seguía retorciéndose de dolor- ¿es un dios? No le teme al tiempo pero…- mi espada silbo en el aire y como mantequilla rebano el cuello del vampiro- pueden dañarlo- di unos pasos hacia el cadáver de la mujer que el vampiro avía devorado- por sus pecados a muerto.

Continúe con mi voz tranquila y pausada sin despegar mis ojos de los suyos -Por lo regular las presas huyen de los cazadores, pero tú no huyes así que no eres una presa.
Pero sigo sin saber quién eres y no conozco la maldición de la que hablas.

Espere paciente toda su demostración y sonrei satisfecha por encontrar a aquel hombre en mi camino.
Pero en una fracción de segundo, recorde sus palabras:
´´ cualquiera puede ver que no eres un error, aun que indudablemente eres peligrosa´´
y rei para mi misma, sin apartar la vista de sus ojos.
Aquel hombre como ahora me hiba a dedicar a catalogarlo y no como a un cazador, tenía algo que me habia dejado maravillada de el... Su valor. Aunque tenia razón, no habia contestado correctamente su pregunta.
- Pues... - dije acercandome mas a el y su espada nuevamente me apunto.
- Mi nombre es Adeline Woolfolk, un placer - dije sonriendo abiertamente y movi lentamente mi dedo hacia el filo de su espada. Recorri levemente la cuchilla con la yema de el dedo e hice un pequeño gesto de dolor.
Facilmente, esa espada me había transpasado la piel. Pero sonreí al ver mi dedo y luego a los cuerpos que se hayaban hay.
- Has dicho la palabra clave... - repuse seria - pecados... ellos son nuestra maldición puesto que siempre cargaremos con ellos en nuestra conciencia... Aunque aveces... pretendemos ignorar los sentimientos humanos para evitar sentirnos culpables por ellos... pero tienes razón... muchos morirmos por ellos - finalize y sonrei debilmente .
- Ahora... ¿puedo saber el nombre de el Caballero que me acompaña?- dije cortesmente

Gire mi espada y la guarde en su funda, lentamente tome la mano con la que había apartado mi espada y la bese en el dorso,- mi nombre es Santiago Biachentto… el placer es mio
-
En un dedo tenia pequeña gota de sangre, apenas suficiente para que su peso la hiciera caer- es una lástima que se desperdicie sangre tan preciosa de esa forma.-rasgue un trozo de mi camisa y lo puse sobre la herida.-los pecados y el vano intento por redimirlos es lo que muchas veces hace que sigamos andando, pero siempre es un circulo vicioso, en nuestro afán de reparar nuestros errores cometemos mas y peores-
mire el cadáver del vampiro- pero no siempre meresemos morir por nuestros pecados.-de nuevo mire sus ojos fijamente.

Nuestras miradas parecian apenas separarse cuando hablabamos y sonrei ante lo ultimo. Aleje mi mano suavemente para mirarla fijamente y senti un alivio al no ver ni una mancha o residuo de sangre pero me quede callada ante semejante alago de su parte.
Suspire antes de contestarle y le dedique una sonrisa cargada alegría, por primera vez, no me sentia tan culpable de todo lo que habia cometido.

- Siempre me habia preguntado... quien era yo para arrebatarles la vida a seres que tal vez tenían, una historia... una vida... alguien que no conocía lo suficiente para juzgarlo..
pero lo poco para arrepentirme de mis actos... - dije mirando a mi alrededor.

- Creeo que debo agradecerlo joven Santiago...- repuse ahora clavando nuevamente mi mirada en el
- Ver la muerte de esa forma... Me hace apreciar la vida que se nos ha dado...Puesto que aunque nosotros no escribimos nuestra futuro o pasado en hojas de oro... debemos apreciar todo lo que nos ofrece y crearla con respecto a nuestras acciones - dije tomando su mano derecha y depositandole con mi mano la pequeña tela que el me habia ofrecido para limpiarme , aunque la sensación de calidez de su mano con la mia era agradable para mi, pense que le molestaria a el a si que la mantuve un momento y luego la aleje.

-Está en la naturaleza de de todo animal quitarle la vida a o tras criaturas… pero no soy adepto a terminar la historia de aquellos que pueden seguir contándola sin dañar a otros-
Sentí su mano tersa y fría como la muerte alejarse de mí, cerré la mano lentamente en cuanto note que nuestros cuerpos ya no se tocaban.
-¿Cuál es tu historia Adeline? La historia de tu alma, no de tu cuerpo, ¿es tan bella como tu rostro o es obcura como tu mirada?- Recorrí lentamente su rostro con la punta de mis dedos fascinado por su belleza.

Por primera vez, me puse completamente nerviosa y no pense en nada, mas que en la sensación de calidez de su mano. Por un momento quise alejarla pero por otro, queria decirle que la mantuviera hay solo para seguir sintiendo aquella sensación de bienestar pero el solto mi rostro y me rompio la burboja que había creado sin pensarlo.
- La historia de mi alma - repeti aun sin entender bien que diria - Lamento decirte que mi vida ha estado rodeada de oscuridad.. ella ha sido mi aliada desde que comenzo esta nueva vida y aunque no lo creas...
te lo puedo mostrar... aunque la mayoria de las veces he estado sola...
y he oprimido cada sentimiento que me haga sentir mal o despreciarme a mi misma...
Pero ahora comprendo que no todo, debe ser a sí- dije sonriente y levante mi mano para acomodar suavemente un mechón despeinado de su cara pero con cuidado de no tocarlo, aun me sentia nerviosa porque sintiera la frialdad de mi mano.
- no soy buena para contestar tus preguntas - repuse - Eso contesta a tu pregunta... o que mas quisiera saber-

Imponente, fuerte, sin miedo… peligrosa, asi veía a aquella vampira frente ami. No podía evitar sentir temor y duda frente a ella pero más allá de eso sentía fascinación, respeto y atracción. Su mirada firme y helida me envolvía, su respiración un poco ajitada me imnotisava y no podía moverme. Comencé a sentir como la adrenalina comenzaba a recorrer mi cuerpo.

-Sabes mi trabajo es acabar con todo aquel que amenace la vida de auellos aquien amo… espero este no sea el caso, porque creo no tendría mucha oportunidad de lograrlo.-

-Sabes mi trabajo es acabar con todo aquel que amenace la vida de aquellos aquien amo… espero este no sea el caso, porque creo no tendría mucha oportunidad de lograrlo.- dijo el

Me quede pensativa un momento reflexionando sus palabras, mientras me preguntaba, que facil era distraerme con su voz y luego recordar lo que habia mencionado. Lo cual me hacia sentir debil en cierto modo...

- Yo no nunca le haría daño a alguien como tu - repuse en mi defensa.
- me has mostrado respeto y delicadeza como si yo aun me lo mereciera- repuse bajando la mirada y enfocandome en mis manos y las marcas que tenía gracias a las cadenas con las que me habían quitado mi libertad. - Ese es tu trabajo...y proteger a los que amas es una carga muy pesado que pocos pueden soportar... Pero tu .... tu tienes valor... algo sorprendente- dije sonriente y volvi a mirarlo a los ojos, mostrandole una sonrisa de despreocupación.,

Seguí su mirada y pude ver las cicatrices que tenía en las muñecas, me sorprendía ver esas marcas era obvio que había tenido un vida complicada.
La temperatura comenzaba a descender al igual que la luz del sol, el viento soplaba lo suficiente para mover nuestras ropas, su cabello ondulaba y se movía de un lado a otro, siguiendo el ritmo producido por el quejido del viento y el lamento de los arboles, cubría por momentos su rostro como pequeños hilos de oro. Permanecí parado frente a ella, levante mi rostro cerré los ojos y abrí mis brazos, sentía el fresco rose del viento en mi rostro y en mi cuerpo, inhale profundamente y pude percibir los aromas del bosque que nos rodeaba, los arboles, la tierra, incluso podía percibir el olor de la mujer muerta que estaba junto a nosotros.
Pero había un aroma que no distinguí, que no conocía, apenas era perceptible pero era muy definido lleno de tonos y matices, una mezcla extraña de vida y muerte. Nunca había percibido el aroma de un vampiro llegue a pensar que no poseían uno. Seguí respirando profundo durante unos segundos mas, tratando de fijar en mi memoria ese aroma tan embriagador.
- pronto anochecerá será mejor que me de prisa- Salí de mi transe con un pequeño sobresalto. Saque una vara de mi abrigo no media más de 70 cm, oprimí el botón que activaba el mecanismo y de un extremo abrió unas hojas metálicas. Comencé acabar cerca de el cadáver de la mujer.
-no será un gran funeral pero será un entierro digno-

En solo un par de segundos, el viento comenzo a mostrarse como lo que era : Libre y fuerte.
Lo que anunciaba, que el aire frio y el sol ocultandose para dejar ver la luz de una luna hermosa y sombria,
era un signo de que el dia estaba a unas cuantas horas de terminar.

Pero le reste poca importancia y me dedique a verlo, me miro por un momento y luego levanto su rostro y dejo que el viento chocara contra el y lo hiciera disfrutar de la sensación de esto. Lo mire con una sonrisa y aunque comprendia que sentia, escuchaba y olía 10 veces mejor que cualquier humano, no se compara con la tristeza de saber que ellos disfrutaban mil veces mas de cosas tan sencillas en la vida que de las que jamas yo podría disfrutar...

Toda mi mente se perdio por un momento en mis pensamientos y me dedique a mirarlo para guardar en mi memoria, cada momento de el dia para que cuando este acabara, la tristeza no me invadiera aunque
algo interrumpio todo y lo vi moverse rapidamente...
- pronto anochecerá será mejor que me de prisa- dijo mientras se apresuraba a sacar una pala muy moderna de su abrigo y comenzaba a cavar. -no será un gran funeral pero será un entierro digno- replico
- Es digno... mientras le demos un valor a su vida con buena fe como la tuya- susurre y voltee a ver un piedra
que permanecía sola, a si que sente en silencio y aunque queria ofrecerle mi ayuda, tuve curiosidad...
- Tu no me has contado tus razónes...- dije mirando al suelo en ademan distraido - ¿Porque ... Cazas?- volvi a preguntar aunque sabía que la respuesta me doleria.

Mire su rostro por un segundo- no caso por placer ni por odio, si es lo que estas pensando, lo hago porque amo a mi hermana, amo la vida y por un momento quisiera saber lo que es estar en paz y mientras exista el peligro de que mis seres queridos mueran, o de ser devorado, nunca podre vivir una vida plena.

-solo acabo con aquellos que representan una amenaza para la vida de mis seres queridos. Nunca podría acabar con un alma noble y bondadosa. Me gusta respetar la vida de quienes la respetan igual.-

Cuando la tumba estaba suficientemente profunda, salí de ella y comencé a cavar otra justo a un lado de la primera.

-muchos matan por necesidad, para alimentarse por ejemplo, pero otros lo hacen solo por placer y no entienden que su satisfacción representa la vida, el futuro, los sueños… de otros y yo no puedo permitir eso, es ahí cuando surge mi necesidad de cazar o matar.- baje mi vista y mi voz se convirtió en un susurro, con la ultima palabra.- esa es mi penitencia.-

Escuche detenidamente sus palabras y reflexione cada una de ellas.
Ahora vehia que cada quien tenia una idea de lo que era vida y su valor como tal. Aunque sabia que la respuesta me doleria, habia dado en el clavo con mi personalidad. Estaba maldita desde el momento en que comenze mi vida vampirica
y como no habia tenido familia, no sabia el sacrificio que se podia hacer por ella.

- Que inteligentes y sabias palabras- lo premie - No sabia que tenias una hermana, pero ahora entiendo tu necesidad de tomar tanto deber en tu espalda- le recorde
- Solo... que ten mucho cuidado que decisiónes tomas- lo adverti y el parecio ignorar por completo mi comentario - Lo siento... se me olvido con quien estaba hablando- correji con una sonrisa y lo observe hacer su trabajo.
- Espero que cuando me toque a mi pagar mi deuda - susurre - Por lo menos, me entierren en un oyo profundo y oscuro, a si de alguna forma...sabría que eso me haria descansar en paz... aunque no me lo mereciera-
De pronto me levante y vi que la noche se asomaba aun mas.
-¿la noche es peligrosa?- le pregunte a el con tono de ironia

-La vida es peligrosa, lo único que hace la noche es mostrarnos peligros diferentes a los del día-

En cuanto termine la segunda tumba, tome el cuerpo de la mujer, lo deposite con mucho cuidado y comencé a cubrirla de tierra. Lo mismo hice con el cuerpo del vampiro.
Muchas personas temen a la obscuridad, se sienten débiles y vulnerables cuando la obscuridad los atrapa. Es curioso que en ti no cause ese efecto sino todo lo contrario, pareces mas cómoda en las sombras. ¿puedo preguntar por que?

- Ya lo hiciste - bromee
- Todos nacemos con un don, virtud o poder- dije caminando alrededor de las tumbas como si verificara que no fueran a renacer los muertos. - Tu... sabes pelar muy bien y tienes armas que sabes manejar a la perfección... una virtud o don- dije aun sin quitar la vista de las tumbas.
- Yo... he sido bendecida o maldita con un poder que se me fue otorgado, ante mi nueva vida vampira... tratar de forma respetuosa y como mi aliada a la oscuridad y aunque suene extraño... la considero hermosa porque ella fue la unica que me ha acompañado tanto tiempo y me ha respetado de tal forma que yo la respeto a ella - dije hablando dulcemente - Ella logra que la luna la acompañe y aunque sea tenebrosa y sombría... no hay que tenerle miedo... si no al que esta en ella... ¿Quieres que te enseñe? - pregunte acercandome a unos centimetros de el y mostrandole una sonrisa alivianada.

-Por favor hazlo será un honor- dije con la mirada fija en ella, sentía una gran curiosidad por ver lo que podía hacer pues nunca tuve la oportunidad de ver el poder de un vampiro sin temer a ser dañado.

- Bueno... recuerda... solo es una demostración y no te preocupes... no hare nada mas haya de eso... pero procura guiarte en mi voz o puedes caer en la histeria - lo aconseje y lo tome de el brazo para llevarlo a un lugar plano y donde no hubiera un riesgo de tropezar o caer .
- Quedate quieto... te mostrare las dos formas en las que puedo atacar - le seguri y le mostre una sonrisa, luego me quede a escazos metros de el preguntandome porque le mostraba mis poderes y debilidades a un cazador que podia usarlos alguna vez en mi contra, pero lo ignore...

Como tenia dominado mi poder, cerre los ojos un par de segundos y en cuanto los abri, lo cegue...
Ahora sabia que estaba completamente ciego, puesto que su mirada vehia al vacio y lo unico que pasaba por sus ojos eran oscuridad...
Me acerque a el temerosa de que reaccionara de mala forma:
- Puedo cegar a mi oponente... - le susurre y luego solte mi poder e hice aparecer el otro - o puedo... crear una borbuja de oscuridad alrededor de el territorio donde nos encontremos... - le asegure mostrandole como ahora, todo nuestro alrededor era completamente negro, nos habia encerrado en una borbuja de oscuridad que nadie era capaz de ver y las unicas figuras que se iluminaban eran las de nosotros - ¿que te aparece?- dije acercandome

Estaba impresionado, siempre vi los poderes de los vampiros con temor pues nunca pude estar completamente seguro de hasta donde podían llegar y hoy pude darme cuenta que no estaba injustificados esos temores. Imaginar que un ser podía obscurecer tu vida me incomodaba.

-fascinante- fue lo único que pude decir.

En un momento perdí por completo la visión, en el siguiente solo podía ver a Adeline y a mi mismo, pero entonces desapareció tragada por la obscuridad dejándome solo. Por un segundo me encontré hay parado con miedo sin saber qué hacer, pero recordé mi entrenamiento, respire hondo y olvide mis ojos. Después de un momento escuche los paso de Adeline, daba vueltas alrededor mío, seguí prestando atención y pude ver en mi mente las huellas que dejaban sus delicados pasos, treinta segundos después vi su respiración, luego el aire cortado por su cuerpo, hasta que pude verla claramente en mi mente, sin necesidad de usar mis ojos, caminando paciente y segura. Cambio de dirección y esta vez iba directamente a mi, despacio como un cazador que no quiere ser descubierto.

Espere a que estuviera frente a mi y gire mi cabeza de tal forma que ambos rostros quedaron a centímetros uno del otro.

-te encontré- dije divertido


Off: disculpa la tardanza en contestarte.

Espero paciente mientras me movia curiosa alrededor de el pero cuando decidi acercarme lenta y tranquilamente para tomarlo por sorpresa, su calma y seguridad me hacian dudar y sin notarlo, solo le daba motivos para que me encontrara,

- Te encontre - me dijo divertido justo cuando nuestros rostros se quedaron fijos uno enfrente de el otro , su aliento me golpeo el rostro y me hizo disfrutar de el aroma.
Pero pronto algo mas me delato, solte un risa traviesa en cuanto lo dijo y supo que habia atinado, pero quise jugar un poco mas, apesar de que sabia que el era bastante bueno para soportar mi poder.
- ¿Seguro?- pregunte con una risita y rapidamente me coloque detras de el y mientras el volteaba para verme entre la oscuridad, cambiaba de dirección como si jugara a no ser atrapada.

Sentí la ráfaga de aire golpearme el rostro cuando, mas rápido de lo que esperaba, se coloco tras de mi, gire mi cabeza en la dirección donde ahora se encontraba pero mi cuerpo seguía apuntando al mismo lugar.
Comencé a percibir su aroma de nuevo.
-creo que eres mas rápida que mis sentidos- este juego comenzaba a divertirme.

- No lo se - dije divertida - Recuerda son 5... - dije recordandole entre las sombras
- Tal vez no puedas utilizar la vista - dije pasando a su lado - Pero hay mas ...- dije jugueteando y en ese momento solte un risa - El oido - le recorde y luego me puse enfrente de el y con mi dedo indice, recorri desde su barbilla hasta todo su cuello delicamente - El tacto - luego me movi rapidamente a otro lugar sonriente para confundirlo lo escuche reirse y volvi a el , lo tome su cara y la puse a centimetros de la mia - El olfato - dije sabiendo que oleria mi aroma - Ves...

-Olvidas el más peligroso- dije en un tono un poco serio pero aun juguetón – el gusto… el mundo en el que vivimos es el resultado de la poca capacidad que tienen cientos de vampiros de controlar la necesidad de satisfacerlo.- volví mi vista a donde se encontraba, pero enseguida cambio de lugar. Ahora se encontraba a mi derecha, muy cerca de mi, podía sentir y escuchar su respiración tranquila y apacible y aunque no podía verla savia que en su rostro se dibujaba una sonrisa, producto de la diversión que representaba tratar de confundirme.
-pero existen sus excepciones- dije al tiempo que estiraba mi brazo con la mano abierta anticipando el siguiente lugar donde Adeline se encontraría, tome su mano delicadamente entre la mía y la acerque a mis labios para besar el revés de la misma.
Mis labios tocaron su piel fría por solo un par de segundo, pero fue suficiente para poder percibir con toda claridad los diferentes contrastes de su aroma y la textura de su piel tersa y fría como porcelana. Aleje lentamente su mano de mi, podía sentir mis labios fríos como la muerte, no pude evitarlo y recorrí la comisura de mis labios con la punta de mi lengua, mi sentido del gusto pudo percibir con la misma intensidad que lo habían hecho mis demás sentidos, su sabor delicado, dulce y embriagador.
Dio unos pasos atrás y comenzó a caminar, lo suficientemente lento para que no perdiera su rastro y pudiera seguirla sin dificultad.