Visita Inesperada [Libre]

El hilo de sangre era apenas perceptible, el color se perdía entre sus rojos labios, de no ser por el movimiento y la sombra que causaba al deslizarse no lo abría notado. Estaba demasiado tensa y savia que era por mi culpa, recordé lo que apenas hace un par de días le había dicho a mi hermana “no tientes a la suerte”, bloque ese pensamiento enseguida.
Con mi dedo índice limpie la sangre que salía de su boca y la esparce en un pañuelo que saque de mi abrigo. Mi vista no se apartabas de sus ojos.

Sus palabras me hicieron reaccionar.- lo siento- me levente de un salto y me aleje de ella.- no era mi intención.- volví mi vista y permanecí callado, había perdido el control de mi ritmo cardiaco y ahora estaba totalmente agitado. pero no podia dejar de mirar sus ojos.





Me tengo que ir, waaa ya se estaba poniendo bueno jajaja. Nos vemos

Sentía como la adrenalina recorría mi cuerpo, estaba punto de perder el control de mi respiración y mi corazón estaba frenético. Cerré los ojos, respire profundo y el ritmo de mi corazón comenzó a normalizarse, pero aun me sentía acelerado. El poco miedo que tenia al principio desapareció, pero no savia que era lo sentía en este momento, pero me gustaba.
Espere unos segundos antes de hablar- ¿De verdad quieres que me valla?- le pregunte serio con una ligera mueca de suplica en mi rostro.- observe su rostro de confusión y angustia. No me contesto en seguida a sí que seguí guardando silencio, después de un minuto de silencio continúe

- no temo que me lastimes-

Me acerque a ella lentamente, seguía sentada así que de nuevo me agache. Tome una de sus manos y la puse en mi cuello- tienes la fuerza para romperme el cuello en un segundo, pero también la tienes para controlarte a ti misma. Sé que has perdonado la vida de muchas criaturas antes, ¿Por qué debería ser esta la acepción?- sentía su mano fría como la muerte en cuello y mi palpitar presionando contra la misma.

Por un segundo no supe lo que paso, después solo me deje envolver por el sentimiento, la tome de la cintura y me puse en pie obligándola a que ella hiciera lo mismo. Sentía sus manos alrededor mío con una fuerza increíble, no savia si era eso la que me mantenía junto a ella o la fuerza de atracción provenía de mi.

En cuanto aflojo sus brazos supe que no era su fuerza lo que me mantenía junto a ella. Esta vez la bese con más fuerza y pación, acaricie su cintura y su espalda al mismo tiempo que mi lengua recorría su boca.

Mi mente estaba bloqueada, simplemente seguía a mi cuerpo, no podía pensar claramente, solo podía ver su rostro, sentir su fría y tersa piel, sentir en mi rostro su respiración agitada.

No quería que eso acabara pero algo dentro de mi me decía que me detuviera, era una idea que cada vez se hacía mas y mas fuerte. Seguía acostado sobre ella pero me rostro se separo del suyo, me incline lo suficiente para que mi boca quedara a la altura de su oído.
-lo siento, esto no esta bien.- le susurre con la voz entrecortada por la agitación.
Me levante agitado y confundido, hacía rato ya que deje de controlar las funciones de mi cuerpo, estaba totalmente aturdido y avergonzado
-lo siento- le repeti con rostro y voz de suplica.

Esta vez no podía mirar su rostro estaba tan avergonzado, mire el piso y asentí con la cabeza.
-¿Qué me dices del trago? ¿Te gustaría relajarte un poco?- dije levantando el rostro y esbozando una sonrisa.

Ya estaba más tranquilo –me parece magnífico- de verdad quería seguir a su lado,
Me senté junto a ella y comenzamos a charlar de cosas triviales, No dormimos nada esa noche, fue realmente gratificante pasar tiempo con ella.
El amanecer podía verse reflejado en las paredes de su casa, yo estaba sentado junto a ella sobre la cama, nuestros rostros se separaban por escasos centímetros, la miraba fijamente a los ojos y sin decir nada puse mi mano sobre su mejilla y la bese tiernamente en los labios, pasaron varios minutos quizás horas, no lo supe con exactitud pues perdí la noción del tiempo, con nuestros labios unidos y respiración sincronizada.

Pasamos una noche realmente hermosa que me demostró que aún habiendo existido 500 años todavía había cosas que me sorprendían.
A veces no hacía falta hacer nada. Simplemente con dejar pasar el tiempo uno podía disfrutar estar con la persona que quería. A veces dejar pasar el tiempo era sólo eso dejarlo pasar... y nada más.
No quería que el sol saliera, quería que la noche fuera interminable para poder tenerlo conmigo y seguir disfrutando el calor de tener su cuerpo junto al mío.
Cuando volvió a besarme fue diferente de la vez anterior. Fue.. suave, delicado simplemente... hermoso. Me sentí completamente tranquila y controlada como no me había sentido en mucho tiempo.
No podía perder el control con él, lo que sentía era tan especial que el sólo hecho de hacerle daño era ilógico. No sentía sed, ni fuerza, me sentía... humana.
Mordí muy suavemente su labio inferior besándole la comisura de la boca, luego la mejilla y baje suavemente besando su cuello hasta recostar mi cabeza sobre su pecho.
Pasé uno de mis brazos sobre su cintura y ahí me quedé escuchando el latido rítmico de su corazón, era el sonido más hermoso que había escuchado, era el sonido que tanto extrañaba dentro de mí... Ese hermoso latido fue mi canción de cuna esa mañana y luego, sólo me dormí.

Espero que te haya gustado como quedó =)