Recorriendo el lugar...

Déspues de casar y saciar un poco mi sed con un oso, me percate que habia un olor mas delicioso cerca y no dude en seguirlo, lo malo es que cuando me di cuenta, el olor provenia de una humana muy hermosa que se encontraba cerca de una cascada y eso me puso nervioso, puesto que habia prometido ser vegetariano, olia bastante bien a si que me fui acercando cuidadosamente hasta que ella volteo rapidamente.
-Buenas tardes señorita- es lo unico que pude decir y me detuve ante ella rigido y conteniendo el aire.

- creeo que no - bromee yme sente en un arbol caido - este bosque es hermoso y la verdad, huele bastante bien - dije aspirando fuertemente aunque los olores de las rosas y el musgo se perdian con la dulce fragancia de ella, -¿ cual es su nombre señorita?- pregunte

- Mi nombre es Victor Fagótto- dije sonriente y me acerque a besar su mano - mucho gusto señorita - sonrei triunfal y me sente ahora a su lado, realmente era hermosa y su apellido a si como ella, me recordaba a lo radiante de un sol - bienvenida a este lugar, yo soy de Alemania pero dije sonriente - que la trae por aqui - pregunte

- No llores - dije en cuanto percebi la tristeza en su voz y me acerque levemente para abrazarla - Es bueno que sigas con vida, tu hermana parecio ser una persona bellisima al salvarte la vida - dije pasando mi mano por su cabello dorado - tienes que aprovechar cada segundo en disfrutar de ella- dije ahora separandome - Espero esta ciudad te haga revivir de nuevo - dije mostrandole una sonrisa

Me rei abiertamente - Bueno creeo que esto es peor que un interrogatorio- bromee pero pronto mi sonrisa desaparecio - Yo... tengo 200 años - dije sin preocuparme por su reacción - Pero... No soy casado... No se si tengo familia pero hace mucho tiempo, tuve la esperanza de contraer matrimonio, pero...- cerre el puño molesto - un clan nos ataco y fui separado de mi mujer - dije aun euforico de el enojo pero luego mi rostro dibujo una leve sonrisa - tengo una leve esperanza... la de encontrar a una niña con la cara de ella y con mis ojos humanos... mi hija- suspire levemente y le sonrei.

Mi memoria se retorcio y pronto comprendi algo . Ella ignoraba o no sabia la existencia de seres como nosotros. Entonces procure cuidar mejor mi forma de hablar. - Estaba bromeando - le asegure - Tengo 20 años, le aumente un cero - me rei - ha y lo de mi hija, no te preocupes, es algo doloroso pero ha pasado- le asegure - ¿entonces ahora estas sola? - pregunte.